La historia de la Carolina viene más allá de un siglo atrás,

y, como muchas cosas, surgió de una forma excepcional.

 

Uno de los pasteleros más famosos de la época en el Botxo creó este postre para su hija. Era su cumpleaños y para sorprenderle, como regalo, eligió hacer un postre con su ingrediente favorito: el merengue. 

 

El postre era muy apetitoso pero muy difícil de comer para una niña asi que, con la intención de facilitar la tarea a su hija, el repostero montó la espuma sobre una base de fino hojaldre cubierto de crema pastelera y la decoró con una lámina de huevo y otra de chocolate para darle color.

 

Es así como se creó la Carolina, pero ¿Y el nombre? ¿Cómo surgió?

 

Como no podía ser de otra forma, la hija de este pastelero se llamaba Carolina.